Capítulo V
Llegamos Eva y yo a una heladería, y le pregunte:
_Eva ¿quieres un helado?.
Eva me dijo:
_Me apetece, pero se me a olvidado el dinero.
_No te preocupes, te invito yo.
_¿Eduardo?.
_Dime.
_¿Sabes que eres un encanto?.
_Lo intento.
_Pues lo consigues.
Y apoyo su cabeza en mi hombro.
_Eva, ¿Que quieres?.
_Un cucurucho de fresa.
_Ponga me 2 de fresa.
El hombre me pregunto:
Pequeños, grandes oh medianos. La mire y me dijo:
_Mediano.
_Ponga 2 medianos.
Ella me miro, y me dijo.
_¿Tu también?.
_Quiero acompañarte.
Y el hombre nos los dio, y yo dije:
_¿Cuanto cuesta entre los dos?.
_3 euros.
Saque la cartera de bolsillo, y saque 3 euros, y se los di.
Eva y yo nos sentamos en un banco en el parque, cuando se cayó una anciana al suelo, y no se podía mover, me levante y le pregunte como estaba, y ella me dijo que no se podía mover, entonces me di la vuelta y dije en voz baja las palabras que me enseño Eva y como me dijo:
_CATÚS, QUETÚS, CACHÁN._ Cuando termine, me di la vuelta, le di la mano a la anciana, y le dije:_¿Intente levantarse?.
_Hijo, no se que as echo, pero tenes mano de santo, ya no me duele nada.
Y se fue.
Yo me senté otra vez al lado de Eva.
_Estoy muy orgullosa de ti Eduardo.
Y ella apoyo su cabeza en mi hombro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario